Cuando me acerqué a la caja había un lagarto verde, rojo y amarillo grande.
Le pregunté que hacia en esa caja y como era posible que pudiese hablar siendo un animal.
Me contestó que era un lagarto especial y que su familia le había abandonado porque era diferente y tenia colores.
Yo le cogí en brazos y me dí cuenta que pesaba un montón, aunque me costó un poco lo cogí y lo abrace con todo cariño .
El lagarto se achuchó a mi y los dos nos pusimos muy a gusto.
Desde ese día fuimos inseparables y los mejores amigos del mundo.
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